- 1. me provoca ensuciarme los zapatos en el Retiro, empezando desde la calle ibiza. quiero cruzar la ahora famosa menéndez pelayo (desde que atropellaron a bayly), y atravesar el parque hasta salir por el paseo del prado, con sus jardines y sus pequeños monumentos de modesta capital europea.
- 2. me provoca, desde ahí, caminar hacia la decadente plaza santa ana, y tomarme una leche merengada y un bocata de jamón en la pastelería suiza, rodeada de ancianos que leen El Mundo, prostitutas ecuatorianas y señoras dignas que odian a la Leti, creen que ZP es marica y comunista, y están seguras de que la clave de la felicidad radica en tener la tarjeta del Corte Inglés.
- 3. después, me provocaría coger el camino de regreso, y meterme al Reina Sofía para sentarme un rato a mirar la Guernica, y después entrar a la coleccion Thyssen para echar una ojeada rápida a los fantásticos Gaugins y Kirchners que atesora la ex miss España (ahora baronesa), y tal vez comprar un par de caballitos azules para los sobrinos.
- 4. podríamos también, meternos al Prado, y por una vez en la vida hacer el esfuerzo de ver íntegramente al Greco y contenernos para no correr, siguiendo a los turistas japoneses; a donde las majas, las gracias, las meninas, o los que pecan calatos en el Jardín de las Delicias. por favor, quedémonos en el Prado hasta que nos duelan los pies.
- 5. como me provoca que me lleves a almorzar al asador donostiarra, en donde empezaría sin culpa con un lomito de jabugo, unas gambas y unos pimientos de piquillo, y luego, y sin asco, remataría el tema con un solomillo y mucho, abundantisimo vino tinto.
- 6. luego podríamos arrastrarnos al hotel y hacer una breve siesta para exculparnos de tanta gula. pero rápido, que nos espera serrano, lagasca, goya y sus tantas formas de gastar dinero. quiero pasear contigo del brazo entre señoronas de alcurnia y niños vestidos de marinerito, escuchando ese acento tan madrileño y tan limeño a la vez, que se come las consonantes y arrastra las eses igual que el nuestro, parece mentira.
- 7. ya de noche, me provoca parar en la barra del astrid y gastón, y emborracharnos con pisco sour y piqueitos norteños, para conversar y reírme con esos encantadores chicos que hace ya algún tiempo cruzaron el charco y apenas parecen peruanos.
- 8. y, se que a ti no te gusta, pero también me provoca bajar un poco al llano, a chueca, a fuencarral, a malasaña, a la latina. seguir con las copas en el tupperware o el maderfaker, caminar por esas calles de nombres divertidos, calle del pez, calle del sombrerete, calle de la cabeza... chocarnos con travestis que añoran la movida de los ochenta, con chicos con y sin pluma, con darkis, punkis y jeviatas (respetando la ortografía local) y quedarnos ahí hasta que empiecen a regar las veredas.
- 9. al final de la noche, me provoca una ultima copa en el lateral o el fortuny, para burlarnos un rato de las pijas madrileñas y sus collares de perlas y sus chaquetitas burberry, y los pijos y su eterno uniforme de mocasines, camisa arremangada ralph lauren, chompa sobre los hombros, y corte de pelo "Aznar".
10. amor, vamonos el fin de semana a madrid?